Mexiconautas es el blog que te orienta en cuanto al uso y consumo de mariguana, sea esta para uso medico, lúdico o recreacional.
Enmarcado como siempre en el arte, la música y la cultura.
¡ Hola ! A todos los que me han preguntado o necesiten información acerca de los amparos para el trámite del uso medicinal, recreacional y lúdico de la cannabis; les informo que actualmente ya cuento con el mío (amparo para uso legal); por si requieren información o quieren saber el costo y quien me lo tramito, dejo a su disposición el siguiente correo electrónico, para poder resolverles todas sus dudas:
La única forma de detener la máquina es
destruirla. En la guerra mundial actual, la disputa es entre el sistema y la
humanidad. Por eso la lucha anticapitalista es una lucha por la humanidad.
Quienes todavía pretenden “arreglar” o “salvar” al sistema, en realidad nos
proponen el suicidio masivo, global, como sacrificio póstumo al Poder. Pero en
el sistema no hay solución.
Y no bastan ni el horror, ni la condena, ni la
resignación, ni la esperanza en que ya pasó lo peor y las cosas no harán sino
mejorar. No. Lo cierto es que se va
poner peor. Por esas razones, más las que cada quien agregue de sus
particulares calendarios y geografías, es que hay que resistir, hay que
rebelarse, hay que decir “no”, hay que luchar, hay que organizarse. Por eso hay
que levantar el viento de abajo con resistencia y rebeldía, con organización.
Sólo así podremos sobrevivir.
Sólo así
será posible vivir. Y sólo entonces, como fue nuestra palabra hace 25 años,
podremos ver que… “Cuando amaine la tormenta, cuando la lluvia y fuego dejen en
paz otra vez la tierra, el mundo ya no será el mundo, sino algo mejor.”
Empresas
de marihuana ponen el ojo en México ante expectativa de legalización
Desde cultivadores de marihuana
médica hasta firmas de capital privado especializadas ven a México como una
tentadora oportunidad de negocios, pese a que la hierba aún es ilegal y su
mercado está en manos de los cárteles de la droga.
Varias empresas vinculadas al negocio del uso legal de la marihuana evalúan
incursionar en México, luego de que un fallo de la Suprema Corte creó
expectativas de una legalización del uso médico y recreativo de la droga en el
país, golpeado por la violencia del narcotráfico.
Desde cultivadores de marihuana
médica hasta firmas de capital privado especializadas ven a México como una
tentadora oportunidad de negocios, pese a que la hierba aún es ilegal y su
mercado está en manos de sanguinarios cárteles de la droga.
Yo personalmente no le temo a ir
a México", dijo Daniel Sparks, jefe de asuntos gubernamentales de
BioTrackTHC, que provee software comercial para la industria de la cannabis.
Así como la mafia y los
contrabandistas estadounidenses abandonaron el tráfico de alcohol tras el fin
de la prohibición en ese país, Sparks cree que los narcos perderán el interés
en un mercado de marihuana legal, especialmente si atrae a empresas
establecidas de farmacéutica, software y tecnología.
"No soy tan optimista como
para creer que el negocio de la cannabis en México no enfrentará oposición o
violencia de los cárteles. Pero sus márgenes de ganancia son erosionados a
diario (...) por la continua expansión de programas de marihuana médica y
recreativa en cada vez más estados de Estados Unidos", agregó.
El primer ministro de Canadá,
Justin Trudeau, prometió legalizarla, mientras que en México la Suprema Corte
de Justicia abrió en noviembre la puerta a acciones similares, llevando al
partido de Gobierno a proponer una ley para regular su uso médico.
"Eso muestra que América del
Norte (...) se mueve en la misma dirección, y es más que simbólico: es un
indicador de lo que pasará a escala global", dijo Brendan Kennedy, director
de Privateer Holdings, inversionista privado especializado en marihuana.
"México es una oportunidad de inversión interesante".
Su firma estima que el mercado
legal de cannabis médica y recreativa en México valdría unos 1,700 millones de
dólares anuales. La oferta incluiría desde plantas de marihuana para uso médico
y medicinas basadas en cannabis, pasando por software comercial que permita a
los reguladores llevar registro de inventarios y proveedores, hasta redes
sociales temáticas.
El mercado legal de marihuana en
Estados Unidos llegó a unos 3,500 millones de dólares en el 2015, según la
firma de investigación ArcView Group. Su legalización a nivel federal crearía
un mercado de unos 36,800 millones de dólares, agregó.
Turismo
médico
El fallo de la Suprema Corte de
México solo permitió a cuatro personas que presentaron el caso cultivar y fumar
su propia marihuana.
Encuestas han mostrado que la
mayoría de los mexicanos se oponen a la legalización total, incluyendo al
presidente Enrique Peña Nieto quien, sin embargo, llamó a un debate sobre el
tema.
Pero existe apoyo para la
legalización del uso medicinal de la marihuana y legisladores consideran que es
probable que el proyecto remitido por el Partido Revolucionario Institucional
(PRI) de Peña Nieto sea aprobado de alguna forma.
Con 120 millones de habitantes,
México podría constituir un gran mercado para inversionistas en marihuana. No
obstante, las siete empresas de cannabis, promotores de la legalización y
legisladores consultados para este artículo subrayaron que cualquier tipo de
apertura tomará tiempo.
Uruguay abrió el camino en 2013
al convertirse en el primer país en permitir el cultivo y la distribución
comercial de marihuana, pero ha debido batallar para dar curso al proyecto y la
marihuana legal no estará disponible en las farmacias hasta mediados de este
año, casi 18 meses después de lo planeado.
Sparks dijo que habría un
poderoso incentivo si México diera acceso a recetas de marihuana a los ocho
millones de turistas estadounidenses y canadienses que visitan el país
anualmente.
Joseph Harkins de la Asociación
de Turismo Médico dijo que algunas aseguradoras estadounidenses ya tiene
cobertura médica parcial en México y que el turismo basado en marihuana
medicinal está en el panorama de la industria.
Guerra
contra las drogas
Más de 100,000 personas han
muerto en México por la guerra de las drogas en los últimos 10 años y algunos
potenciales inversionistas declinaron hablar por miedo de atraer atención no
deseada.
"Por lo que he escuchado y
por algunas conversaciones que he tenido, algunas personas y organizaciones
están un poquito nerviosas respecto al hecho de ir físicamente a México, ya no
digamos de ofrecer sus servicios", dijo Sparks.
Kennedy dijo que el cultivo de
marihuana legal en Estados Unidos ha atenuado su atractivo criminal y que una
regulación del mercado mexicano tranquilizaría a los inversionistas.
"Si pensáramos que vamos a
estar compitiendo con los cárteles, no estaríamos interesados", dijo.
Sin embargo, incluso la industria
médica establecida de México puede ver su operación coaccionada.
Mikel Arriola, jefe del regulador
del sector salud Cofepris, dijo que hasta el año pasado los médicos mexicanos
prescribían pocas recetas que incluyeran morfina cada mes pues su dirección
aparece en ellas y temían atraer la atención de criminales.
Tal y como está, la propuesta del
PRI solo permite marihuana importada, lo que ha molestado a algunos como el
alcalde de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, quien dijo que cualquier
legislación debería ayudar a fomentar una industria local.
El dictamen que faculta a la
Secretaría de Salud a diseñar y ejecutar políticas públicas que regulen el uso
medicinal de los derivados farmacológicos de la cannabis sativa, índica y
americana o marihuana.
El pleno del Senado de la
República aprobó el dictamen que reforma diversas disposiciones de la Ley
General de Salud y del Código Penal Federal, a fin de permitir en el país el
uso medicinal y científico de la marihuana.
Durante la sesión ordinaria se
aprobó en lo general por 98 votos, siete en contra y una abstención el dictamen
que faculta a la Secretaría de Salud a diseñar y ejecutar políticas públicas
que regulen el uso medicinal de los derivados farmacológicos de la cannabis
sativa, índica y americana o marihuana, entre los que figura el
tetrahidrocannabinol (THC), sus isómeros y variantes estereoquímicas, así como
normar la investigación y producción nacional de los mismos.
Asimismo, se elimina a la
nabilona y al cáñamo de la lista de las sustancias que se consideran como un
problema grave para la salud pública.
Los senadores consideraron
pertinente que la SSA otorgue las autorizaciones para importar estupefacientes,
sustancias psicotrópicas, productos o preparados, incluyendo los derivados
farmacológicos de la cannabis, entre los que se encuentra el THC, sus isómeros
y variantes estereoquímicas.
Se establece que los productos
que contengan concentraciones de uno por ciento o menores de THC y que tengan
amplios usos industriales, podrán comercializarse, exportarse e importarse
cumpliendo los requisitos establecidos en la regulación sanitaria.
También, se indica que la
siembra, el cultivo o la cosecha de plantas de mariguana no será punible cuando
estas actividades se lleven a cabo con fines médicos y científicos en los
términos y condiciones de la autorización, que para tal efecto emita el
Ejecutivo Federal.
En el documento, los senadores
precisaron que en el dictamen no se aborda el tema relacionado con la dosis
máxima de cannabis para consumo personal, ya que este asunto se analizará,
discutirá y dictaminará cuando se considere por parte de las comisiones
correspondientes.
Ello no significa que los
artículos de contenido penal relacionados con la modificación de la dosis
máxima de cannabis propuesta por el Ejecutivo federal hayan sido rechazados o
desaprobados por dichas comisiones.
En tribuna, la presidenta de la
Comisión de Gobernación, Cristina Díaz Salazar, destacó que con esa reforma se
da un paso histórico, firme y profundo que abrirá la puerta para resolver una
urgencia médica que aqueja a los mexicanos que no pueden acceder a medicamentos
derivados de cannabis.
La legisladora sostuvo que con
esas modificaciones “estamos sentando las bases para establecer en nuestro país
una industria de producción nacional de medicamentos con cannabis” y se abre la
puerta a científicos mexicanos para realizar protocolos de investigación de esa
planta, lo cual pondrá a México a la vanguardia internacional.
Resaltó la eliminación de lagunas
legales, al reconocer de manera puntual la posibilidad de los usos industriales
de los derivados de cannabis que contengan uno por ciento o menos de THC, lo
que dará certidumbre al desarrollo de amplias actividades económicas, apoyando
así a familias y pequeños empresarios que se dedican a ello.
La senadora del Partido
Revolucionario Institucional (PRI) señaló que con esas modificaciones será
posible, en primera instancia, permitir la importación inmediata de
medicamentos con cannabis.
Además se sientan las bases para
establecer en México una industria de producción nacional de medicamentos con
cannabis.
“Pero sobre todo, estamos
abriendo la puerta a nuestros científicos mexicanos para realizar protocolos de
investigación de cannabis. Investigación que servirá para construir evidencias
científicas para desarrollar las mejores opciones de tratamientos con
cannabis”, puntualizó.
1_En el momento que te detenga un oficial
y te pregunte eso, tu respóndele educadamente preguntándole la razón por la que
te ha detenido. Si no lo deseas no tienes porqué responderle esa pregunta. Lo
primero que el policía debe hacer al detenerte, es preguntarte si sabes la
razón por la que te detuvo.
¿A que te dedicas?
2_Esta pregunta generalmente se utiliza
siempre como primer recurso para intimidarte, no tienes porqué responder tu
ocupación. Aunque te haya dicho la razón por la que te detuvo, un policía no
tiene derecho a preguntarte a qué te dedicas, ya que no tiene nada que ver con
la razón por la que te detuvo.
¿Que traes en la cajuela o en las maletas?
3_Esta pregunta es una artimaña que
utilizan los policías para hacer que te bajes de tu carro, ya que si estás
dentro de él ellos no pueden proceder ni maniobrar para consumar su extorsión.
Lo que debes hacer es amablemente decir que no traes nada,, y por ninguna razón
bajarte de tu carro.
-Bajese de su vehiculo, por favor-
4_Esta no suele ser pregunta, más bien
ellos lo toman como una sugerencia, pero siempre se escuchará como una orden.
Cuando un policía te detiene, el único lugar que te asegura no estar en peligro
de ellos, es el interior de tu vehículo. Es por esto que sin importar las
artimañas que ellos utilicen para bajarte del carro, tu debes negarte en todo
momento. Al acceder a bajarte tu estás accediendo por ley, a lo que te pide el
oficial y ellos pueden entonces proceder como a ellos les parezca mejor. El
carro es considerado una extensión de tu domicilio, por lo que igual que cuando
estás en tu casa, ellos no pueden ingresar a tu carro sin una orden firmada por
un juez
¿Cual es su nombre y direccion, o muestreme una identificacion.
5_A menos que hayas violado una ley de
tránsito y sepas que necesitas presentar tu licencia de conducir, no tienes
porqué darles esta información personal a la policía. No dejes que te engañen
con esta pregunta, ya que tu estás en todo tu derecho de andar por todo el
territorio nacional sin violar las leyes, sin necesidad de divulgar tu
información personal a nadie.
¿Anda tomado joven?
6_En este caso que es un poco más
delicado, cuando un policía te hace algún tipo de acusación incriminatoria, tu
debes negarlo tranquilamente. Si el oficial pregunta si estás tomado o bajo el
efecto de alguna substancia, no caigas en su juego y sé siempre educado.
¿Tiene novio señorita?, o cualquier pregunta de caracter personal
7_Siempre existen oficiales de policía que
abusan de su posición de "poder" para intimidar ciudadanos. Si eres
una chica a la que han detenido y ves a un oficial que se está pasando de listo
al preguntarte cosas muy personales, lo que debes hacer es ignorarlo. También
debes hacerle saber que no estás obligada a responder ningún tipo de pregunta
de esta naturaleza. Nunca falta el policía que quiera sacar provecho de más y
abusar de su autoridad.
El arte me ha servido de mucho… He aprendido tantas cosas a través de él, he vivido experiencias tan únicas con su sola compañía…
A través del arte he sentido que conectaba con el mundo, con el artista, con la humanidad… es como si un hilo invisible nos uniera, aunque miles de kilómetros nos separaran de otras personas…
A través del arte, he entendido que los sentimientos son universales y que todos experimentamos lo que es el amor, la tristeza, la alegría, la vergüenza etc., estemos dónde estemos, seamos quiénes seamos… Solo que a cada uno de nosotros se lo despierta un tipo de estímulo diferente. Y que todos estos sentimientos y emociones, podemos encontrarlos y sentirlos a través de una obra.
El arte ha sido mi bálsamo y mi refugio en muchos momentos en los que pensaba que el ser humano estaba repleto de imperfecciones, y que nadie ni nada merecía realmente la pena; era entonces cuando me iba a un museo a contemplar obras, y era en esos momentos cuando sentía una especie de «Síndrome Stendhal» que me aliviaba el dolor…
De hecho, me hubiera encantado tener dotes de artista, poder expresarme a través de un cuadro, una escultura o una poesía, porque pienso que debe ser una sensación maravillosa y única. Aunque al menos, me conforma saber que tengo la capacidad de amarlo y disfrutar de él, incluso si me pongo, de crear “mi arte”, aquel que me sirva para expresarme…
Estas palabras, podrían ser el testimonio de cualquier persona amante del arte y nos sirven de introducción a un interesante trabajo, que fue presentado hace unos años por un grupo de investigadores noruegos encabezado por Koenraad Cuypers.
El estudio fue llevado a cabo con casi 51.000 personas y publicado en el «Journal of Epidemiology and Community helt». Según Cuypers y su equipo, pintar, escribir, acudir a una exposición o tocar un instrumento musical, hace que seamos más felices y estemos más saludables.
Una de las conclusiones más curiosas del estudio revela que mientras los hombres son más felices y tienen mejor salud consumiendo cultura, que siendo ellos los creadores; en el caso de las mujeres, ocurre lo contrario: la creatividad, el ser ellas las que realicen la actividad les satisface más, que la contemplación o el consumo de arte.
En este punto, y teniendo en cuenta que vivimos en una sociedad en la que la depresión y la ansiedad están a la orden del día, no estaría nada mal que cuando tuviésemos que acudir al médico en busca de nuestro prozac o nuestros ansiolíticos, éste nos hiciera varias sugerencias o recomendaciones como acompañamiento a nuestro tratamiento, tales como:
“Le voy a bajar la dosis y de paso, le recomiendo las últimas exposiciones que hay en la ciudad; yo he visto ésta y ésta y están realmente bien” o “le recomiendo el libro de poesías de…” o “acuda a la danza del vientre, han puesto esta actividad ahora en el barrio” …
¿Qué piensan uds, compañeros
Para qué sirve el Arte?
-Exteriorizar las frustraciones y emociones reprimidas.
-La danza por ejemplo, sirve especialmente para personas con trastornos alimenticios ya que les permite mirarse constantemente en el espejo para controlar todos los movimientos de su cuerpo y por lo tanto, les ayuda a la autoaceptación personal.
-La música es capaz de calmar algunas dolencias, teniendo propiedades relajantes y tranquilizadoras.
-La pintura y la escultura ayudan a calmar la ansiedad, el estrés y los miedos.
-El teatro, es especialmente recomendable en personas con problemas de autoestima porque potencia la confianza en uno mismo.
-La fotografía está indicada para personas con alguno de los problemas anteriormente citados, pero que son especialmente pasivas.
Lo importante, es que la persona se sienta a gusto con la actividad que está realizando, y no incómodo o forzado. Además, el arte nos ayudará a conocer y explotar nuestra parte creativa, desarrollando nuestro potencial y auto-conocimiento, facilitándonos nuestra expresión y comunicación.
En el número 8 de esta revista publiqué un largo artículo al que titulé
Marihuana: Manual de debate. Mi intención entonces era hacer ver la importancia
de sostener un discurso alternativo al del prohibicionismo, dominante en los
medios de comunicación, en el que primen los argumentos y los hechos frente a
la propaganda oficialista. Para ello, tuve la intención de sintetizar en pocas
páginas algunas estrategias y tácticas clásicas de debate, pero orientadas a
dar más fuerza y credibilidad a los argumentos utilizados para defender el fin
de la prohibición de la marihuana. Cincuenta números más tarde, mucho han
llovido. Un público fiel ha consolidado esta publicación, y han aparecido elementos
nuevos que intervienen en este debate. Cuestiones cómo la marihuana medicinal,
o el auge del auto cultivo como alternativa a la prohibición no fueron
incluidas en aquel manual. También quería reestructurar algunas partes de su
contenido y, en definitiva, ofrecer un compendio mejor que el que intenté en su
momento. Por otra parte, el gran crecimiento que ha tenido el asociacionismo anti
prohibicionista en nuestro país, y el previsible interés de los medios de
comunicación en una cuestión cada vez más controvertida, hacen necesario que
empecemos a consolidar un discurso anti prohibicionista sólido, coherente y
creíble, y que sepamos transmitirlo. También la eficaz estrategia de
"salir del armario" para mostrar la normalidad del consumo en todos
los ámbitos sociales debe apoyarse en la percepción clara de la fuerza racional
y moral de nuestros argumentos. De ahí la importancia del debate abierto sobre
la legalización en todos los ámbitos sociales.
Este manual está destinado a cualquiera que pretenda defender, en un debate
público, ya sea por televisión, en el bar, o en casa con la familia, que el
uso, consumo y comercio de marihuana y derivados no debe perseguirse. Aunque
algunos de los argumentos y estrategias indicadas sirven en general para
debatir sobre la legalización de las drogas, mi objetivo aquí es centrarme,
preferentemente, en el caso del cannabis.
Este texto ni es ni pretende ser profundo y exhaustivo. Véase más bien cómo una
chuleta de examen donde, apretado y condensado, se intenta hacer caber todo,
aunque por supuesto no sustituya a los libros de texto.
Algunos aspectos generales
El debate es una herramienta estratégica para el anti prohibicionismo, un arma
esencial que conviene conocer. En cada caso hay que tener en cuenta de que tipo
de debate se trata, a qué público va dirigido y de qué tiempo dispondremos; eso
nos permitirá fijarnos una estrategia para priorizar nuestros argumentos. Pero,
en cualquier caso, los objetivos son:
Introducir elementos de duda en quienes son de entrada reacios a nuestros
planteamientos o, sencillamente no se habían planteado antes estas cuestiones.
Reforzar y consolidar las opiniones de quienes ya son contrarios a la
prohibición.
Informar y aportar datos que normalmente son desconocidos para gran parte del
público y que son esenciales para la discusión.
Conozcamos el tema para poder debatirlo.
No podemos hacer un papel
digno en una discusión sin conocer mínimamente el asunto del que hablamos.
Muchos debates se pierden por pura ignorancia de los datos y argumentos que
servirían para rebatir los que aporta el contrario. Afortunadamente hoy se
dispone, ya sea en Internet, en revistas como Cáñamo, o en la abundante
bibliografía sobre el tema, toda la información necesaria sobre la cuestión. Es
bueno llegar al debate con los deberes hechos de casa.
Algunos datos importantes sobre el cannabis:
La humanidad viene usando la marihuana desde hace 6000 años, para relajar
tensiones y por sus virtudes medicinales. No se conoce ningún caso en la
historia médica de muerte atribuida al cannabis, mientras que sólo en nuestro
país mueren cada año unas 50.000 personas debido al tabaco y 30.000 personas
debido al alcohol; drogas legales ambas.
Está demostrada la utilidad de la marihuana, ingerida o fumada, para aliviar
determinadas dolencias: nauseas asociadas a la quimioterapia, dolores por
esclerosis múltiple, glaucoma, etc.
El cannabis no provoca dependencia física no presentando sus usuarios, al
interrumpir su uso, ningún tipo de síndrome abstinencial aun cuando se haya
consumido habitualmente.
La marihuana se clasifica entre las sustancias con menor potencial de crear
dependencia, por debajo incluso que la cafeína.
Los grandes informes encargados por los gobiernos de Inglaterra, EE.UU.,
Canadá, etc., han constatado sus mínimos riesgos, lo peligroso y
contraproducente que resulta criminalizar a los usuarios y han recomendado
despenalizar o legalizar su uso.
Sistemáticamente, sus resultados han sido desestimados por los gobiernos que
los encargaron.
Centremos la discusión: Delimitar
y definir el tema del debate.
Es conveniente dejar pronto establecida la tesis que queremos defender. Eso nos
servirá como referencia para ceñirnos a lo esencial, y como eje sobre el que
centrar la discusión si el adversario intenta llevar la discusión a otros
terrenos, pues en los debates sobre drogas hay tendencia a mezclarlo todo. Hay
que evitar las celadas: si intentamos mostrar lo dañino que resulta meter a
gente en la cárcel por plantar marihuana, no debemos acabar discutiendo si la
heroína debe o no venderse en los supermercados. Hay que centrar la cuestión y
reencauzar el debate tantas veces como haga falta: "Ésa es una cuestión
interesante y me encantará poderla discutir contigo en algún momento, pero de
lo que ahora estamos hablando es de..."
Un buen punto de partida podría ser algo parecido a esto.
La prohibición del cannabis
es ineficaz, pues no consigue sus propósitos de detener el consumo.
es dañina, pues añade problemas a los que pretendía resolver y criminaliza a
los usuarios.
es absurda: sólo un experimento social fracasado que perdura por inercia
histórica, sin que pueda sostenerse desde ninguna base científica.
Así pues, las preguntas clave en un debate sobre la legalización de la
marihuana son:
¿Debemos encarcelar o perseguir policialmente a quienes producen, venden o
consumen cannabis?
Aun asumiendo la posible existencia de riesgos en su consumo, ¿justifican éstos
el uso de la policía, el ejército, la justicia y la cárcel para evitarlos? ¿No
sería más razonable regular que prohibir?
¿Cuáles son los efectos colaterales de la
prohibición por lo que respecta a la salud, los derechos civiles, la corrupción
del aparato estatal, etc.?
Cuestiones-trampa que conviene evitar.
Hay aspectos del debate en lo que es inútil y contraproducente enzarzarse con
el adversario. Ponerse a debatir sobre porcentajes, sobre resultados de
informes o sobre declaraciones a favor en contra de tal o cual experto,
acostumbra a no llevar a ningún lado. No quiero decir que no sean aspectos
interesantes o debatibles. Simplemente advierto de que son terrenos cenagosos,
en los que es fácil perderse sin avanzar hacia los puntos importantes.
Algunos ejemplo de cuestiones-trampa
La trampa de la no inocuidad
¿El cannabis es inofensivo o peligroso?. Es un debate estéril, y el mismo hecho
de entrar en el juego, implica la aceptación tácita de que, si entrañara algún
peligro, debería prohibirse. Cómo en muchas otras facetas de la vida, se trata
de conocer y manejar los riesgos. Es esta una de las trampas más utilizada por
los prohibicionistas: centrar la discusión en potenciales riesgos sanitarios,
psicológicos, etc., como si la causa de la prohibición fuera sanitaria y no
moral.
Es importante entender el peligro que comporta encerrarse en la discusión sobre
la inocuidad del cannabis o de cualquier otra cosa. El concepto de inocuidad no
existe, sólo el de grado de peligrosidad tolerable.
La trampa de las estadísticas, los estudios y las investigaciones
Muchos debates acaban convirtiéndose en una cita constante de informes y contra
informes, de estadísticas y contra estadísticas. Para cualquier necedad,
podremos encontrar cifras y estudios que la avalen, principalmente si no hay
tiempo ni posibilidad de contrastarlos públicamente. Recordemos que, según una
frase popular, mucha gente utiliza las estadísticas del mismo modo que los
borrachos las farolas, no para iluminarse sino para sostenerse. Y recordemos
también que todo lo anterior nos lo pueden aplicar a nuestras citas. Por otra
parte, disponemos de suficientes argumentos como para justificar nuestra
posición más allá de los datos estadísticos o médicos.
Argumentos cortos y poderosos.
En un debate, el tiempo es un elemento estratégico esencial. Tengamos presente
que hemos de dirigirnos a quienes NO piensan como nosotros, y no asumen, por
tanto, las mismas cosas que nosotros podemos dar por sentadas. Debemos intentar
usar argumentaciones que introduzcan elementos contundentes y que, cuando
menos, siembren la duda respecto al enfoque que se da actualmente a esta cuestión.
Algunas ideas básicas:
Los males de la prohibición.
Tiene que quedar claro, no sólo que la prohibición es injusta e inefectiva,
sino que, además, tiene enormes costes y genera enormes problemas. La siguiente
es una pequeña lista de ellos:
Adulteraciones. La legalización permitiría conocer exactamente qué se consume,
de qué calidad es, y evitar los adulterantes que contiene el hachís procedente
del mercado negro. Este es un ejemplo de cómo la prohibición atenta contra la
salud pública que dice defender.
Dificultad de acceso de los enfermos La prohibición provoca que Un producto
usado en medicina desde hace miles de años, y de reconocida utilidad para
enfermos de cáncer, SIDA o esclerosis múltiple, quede restringido al mercado
negro con los riesgos que eso conlleva.
Mezcla de mercados Al unificarse en un mismo mercado negro todo tipo de tráfico
de drogas, se propicia el paso del consumo de marihuana a sustancias de más
riesgo. Se cumple así la teoría de la escalada que se pretendía evitar.
Narcotráfico. La legalización, única manera de acabar con él, quitaría dinero y
poder de las manos de las mafias y del crimen organizado que ahora explotan el
negocio de las drogas justamente porque es ilegal.
Corrupción de los estados. Los enormes intereses económicos generados por la
situación de ilegalidad, corrompen e implican con facilidad a los mismos
aparatos estatales que deberían, teóricamente, luchar contra el narcotráfico.
Atentados contra los derechos civiles. Registros y detenciones sin autorización;
intromisión en los domicilios privados; conculcación de los derechos
individuales.
El argumento de la represión y la cárcel
Tiene que quedar claro siempre que el oponente, vista como vista sus
argumentaciones, está proponiendo meter gente en la cárcel. Algunos sólo
meterían a quien comercia con grandes cantidades, otros a quien planta una
maceta o, sencillamente, a quien se fuma un porro. Recordar los efectos reales,
dramáticos, que tiene esta política en miles de personas. Ante las posibles
respuestas del tipo "Hoy en día nadie va a la cárcel por fumarse un
porro", hay que responder recordando que, en España, son detenidas más de
sesenta mil personas al año acusadas de comerciar con cannabis (en EE.UU. hay
700.000 detenciones anuales), que vender 1.000 ptas. de hachís a un colega es
delito y que hay fiscales que piden penas de prisión para quien ha plantado
diez plantas en su jardín. Desde 1994, en los últimos 8 años, el número de
detenidos se ha incrementado en más del 600%.
Los riesgos: pongamos las cosas en su sitio
No hay que defender que el uso de cannabis esté libre de riesgos. Esta línea de
argumentación es fácilmente atacable. De lo que se trata es de exponer que no
hay actividad humana libre de riesgos y mostrar cómo los asociados al cannabis
son muy inferiores a cualquiera de los que la sociedad asume normalmente como
perfectamente aceptables. En particular, los riesgos asociados al cannabis son
ridículos comparados con los del alcohol o el tabaco.
Basta de especulaciones teóricas: El ejemplo holandés
Podemos especular sin límite sobre los efectos sociales que tendría una
supuesta legalización que permitiera comprar y consumir marihuana a cualquier
adulto, pero en este caso la especulación es baladí, pues el ejemplo holandés
nos muestra, tras veinticinco años de práctica, los efectos reales de dicha
legalización. En Holanda la venta de cannabis está legalizada ‘de facto’ desde
hace veinticinco años. Pues bien: ni los índices de consumo se han disparado
(siendo, de hecho, inferiores a los de países como Francia o EE.UU. donde las
políticas son muy represivas al respecto), ni se ha producido ningún problema
para la salud pública o la sociedad, como el propio gobierno holandés ha
reconocido recientemente. Además, al separar los mercados de drogas blandas y
drogas duras, han conseguido un descenso del número de usuarios de estas
últimas. España, por ejemplo, triplica el número de heroinómanos de Holanda, y,
en general, las cifras de consumo allí son inferiores a la media europea. Por
otra parte, los usuarios pueden disponer de un producto de mayor calidad y sin
adulterantes. Recomiendo acudir al artículo que publiqué en el numero 4 de la
revista Cáñamo, "Experimento Holanda", comentando el informe del
gobierno holandés sobre drogas.
El auto cultivo como alternativa provisional a la prohibición.
El auto cultivo permite a los usuarios autoabastecerse sin tener que depender
de las redes de tráfico de hachís que enriquecen a las mafias y a las redes de
corrupción estatales. También posibilita disponer de un producto sin adulterar,
de mayor calidad y con menores riesgos para la salud. El hachís que circula en
nuestro país, procedente de Marruecos en su mayor parte, está frecuentemente
cortado con goma arábiga, clara de huevo, etc. Los productos de la combustión
de estos adulterantes son, gracias a la actual política de defensa de la Salud
Pública, mucho más dañinos que la marihuana.
El uso medicinal de la marihuana
Que la marihuana tenga una utilidad reconocida para aliviar los síntomas
asociados a determinadas enfermedades, no es en si mismo un argumento para
legalizar su uso, recreativo. Pero las repercusiones que la prohibición tiene
en los enfermos si que sirven para exponer el absurdo cruel en que se
fundamente la persecución del cannabis. Miles de pacientes en todo el mundo se
ven condenados a tener que buscar en el mercado negro una sustancia que les
ayuda a sobrellevar sus enfermedades y a ser criminalizados por ello,
curiosamente en nombre de la Salud Pública.
Es mejor evitar los argumentos complejos.
No suele resultar práctico usar argumentaciones complicadas o que requieran de
muchos conocimientos previos para ser entendidas. Los argumentos históricos
suponen un arma de doble filo y sólo deben emplearse si se dominan bien.
Resulta muy útil, si se tiene tiempo, mostrar cuáles eran los principios
ideológicos de la prohibición, mostrando que tenían una base moral más que
sanitaria. También se puede hacer ver que muchos de los problemas actuales no
existían antes de la prohibición porque es ésta quien los ha generado. Por el
contrario, algunos oyentes pueden pensar que hablar del pasado es absurdo y que
las discusiones al respecto son puramente académicas. Se les puede recordar
que, según una célebre frase, quien no aprende de la historia está condenado a
repetirla.
Conozcamos las razones (o sinrazones) de los adversarios.
Para vencer al enemigo hay que conocerlo. Hay que tener interiorizados sus
argumentos, a fin de poder detectar las falacias bajo cualquiera de sus formas
y tener preparadas las respuestas pertinentes. Sin pretender ser exhaustivo, el
siguiente es una breve resumen que puede servir de recordatorio a los
argumentos esenciales usados para mantener la prohibición.
El consumo de cannabis tiene asociados graves problemas de salud.
Los grandes informes sobre el cannabis, la experiencia de millones de
consumidores y el ejemplo holandés, desmienten eso. Los riesgos son menores y
en ningún caso justifican los métodos represivos actuales.
El cannabis propicia la escalada a drogas más fuertes.
La experiencia holandesa desmiente este hecho. Por otra parte, lo que sí
favorece la escalada es la desinformación, el tratamiento de todas las drogas
por igual y la ilegalización, que crea un mercado negro único para muchas de
las drogas prohibidas.
Síndrome a motivacional
Ninguna base científica. Los estudios antropológicos lo desmienten y los
ejemplos aducidos normalmente no demuestran ninguna relación de causa-efecto.
Serían más peligrosas las calles y las carreteras
Dos razonamientos:
La supuesta peligrosidad iría, en cualquier caso, asociada a los índices de
consumo, no a su situación de legalidad o ilegalidad. Ya hemos comentado que la
experiencia demuestra que la legalización no conlleva un incremento notable del
consumo ni, a su vez, la prohibición equivale (todo lo contrario) a una
reducción del uso.
Por otra parte, estudios sobre conducción y cannabis encargados por las
autoridades de tráfico de Australia, Gran Bretaña o Francia, entre otros,
muestran que no hay relación entre el consumo y la siniestralidad y que, de
hecho, los conductores que han fumado cannabis se muestran más prudentes en la
conducción.
Con las drogas legales ya es suficiente.
La principal falacia de este argumento es que, como se ha visto, prohibir una
droga no implica que desaparezca o que deje de usarse, sino que se generan
problemas nuevos que antes no existían. Cuando se intentó prohibir el alcohol,
durante la Ley Seca, también resultó peor el remedio que la enfermedad.
No hay que evadirse de la realidad y para divertirse no hacen falta drogas.
Discutir sobre si es necesario o no el uso de cannabis es una pérdida de
tiempo. Por supuesto que nadie necesita fumar marihuana, cómo nadie necesita
ver la tele, ir al fútbol o escuchar a Bach. Se trata, pura y simplemente, de
una cuestión de libre elección. Para defender su legalización ni siquiera es
necesario consumirla. No se trata de que nos guste o no lo que alguien toma o
deja de tomar, sino de defender su derecho a hacerlo sin intromisiones inútiles
y crueles del estado.
El consumo aumentaría inevitablemente.
Falso. La experiencia holandesa lo desmiente. Además, la prohibición incrementa
la atracción de los sectores más jóvenes. En cualquier caso, si aumentaría con
la legalización es especular, que con la prohibición aumenta es un hecho.
El cannabis provoca dependencia.
No existe dependencia fisiológica por consumo de cannabis.
Por lo que respecta a la potencial dependencia psicológica, hay que poner en
cuestión el concepto en sí. ¿A qué nos referimos? Cualquier actividad que nos
guste o resulte placentera generará un vinculo psicológico: sea el sexo, el
fútbol o los conciertos, lo cierto es que cuando algo agrada se tiende a
repetirlo. Pero la experiencia demuestra, y todos los grandes estudios lo avalan,
que la inmensa mayoría de usuarios usan de la marihuana de manera no
compulsiva, y, en muchísimos casos de forma discontinua y esporádica.
Todos los estudios sitúan el potencial adictivo del cannabis muy por debajo del
alcohol, el tabaco o incluso el café
Tenemos
que proteger a los niños y a los jóvenes.
No es una buena ayuda tergiversar los hechos con el fin de asustar, creando con
ello una atracción artificial hacia lo prohibido. Tampoco es una buena ayuda
dejar en manos del mercado negro los controles de adulteración y de pureza.
Asimismo, en una situación de prohibición, son los más jóvenes quienes tienen
más fácil acceso a lo prohibido, según muestran todas las encuestas. Además, en
los ambientes juveniles es donde más difícilmente puede infiltrarse la policía
y, por tanto, es un sector de la población muy seguro para los vendedores del
mercado negro.
La utilidad terapéutica del cannabis no está suficientemente demostrada
Las propiedades medicinales del cannabis están documentadas desde hace miles de
años, y se han venido usando en farmacia hasta bien entrado el siglo XX.
Además, la situación de prohibición ha dificultado la realización de estudios
formales. Por último, ante el testimonio de un enfermo que se dice aliviado
fumando marihuana, el resto de especulaciones son dilaciones crueles.
7. Seamos razonables: busquemos puntos de acuerdo con nuestro oponente.
Es importante demostrar que se entiende la postura del contrario aunque
discrepemos de ella radicalmente. No hay que aparecer como fanáticos o
chiflados anclados a filosofías existenciales extrañas. Hay que hacer entender
que desde la racionalidad, la objetividad y el conocimiento de los datos no
viciado por los prejuicios, la conclusión es inevitable: el cannabis no ha de
estar prohibido.
8. Ser conscientes de la fuerza moral y ética de nuestros argumentos.
Ser razonables no quiere decir que tengamos que mostrarnos avergonzados o
pidiendo tolerancia y comprensión. No estamos pidiendo limosna, sino
defendiendo lo que es justo. Aunque desgraciadamente no sea un argumento muy en
boga, se está defendiendo la libertad de elección del individuo contra la
tutela de Papá-Estado que queriéndonos hacer un bien nos crea más problemas que
los que intenta evitar. En consecuencia, son los prohibicionistas quienes
tienen que explicar bajo qué argumentos se atreven a atacar nuestra libertad
individual.
Además, al defender el fin de la prohibición, defendemos a las víctimas de la
misma y arrebatamos el poder económico de las mafias y organizaciones criminales.
9. No hay que defender el uso de drogas.
Si es posible, no deberíamos mezclar en nuestras argumentaciones el cannabis
con las otras drogas. Ciertas connotaciones, clichés y falsedades propiciadas
por la propaganda oficial hace que a algunas personas se les disparen todas las
alarmas cuando oyen hablar de cocaína, éxtasis, LSD, por no hablar de la
heroína.
No es útil para modificar las opiniones de la gente en este tema hablar de
cuánto ayudan las drogas a la realización personal, del autoconocimiento que
proporcionan o de lo bien que van para salir de marcha. Sin renunciar a que la
gente entienda que el uso de drogas, y sobre todo de cannabis, no se debe a una
voluntad de huida o autodestrucción, es suficiente de entrada con mostrar que
los remedios que el prohibicionismo propugna son peores que la enfermedad que
dice remediar.
10. Que demuestren sus argumentaciones: dejemos al descubierto los mitos.
Algunos prohibicionistas tienen tendencia, en los debates, a mentir y a
tergiversar los datos. Tanto si esta actitud es debida a la ignorancia como o a
la mala fe, no debemos dejar que queden en el aire sin contestación. Así, por
ejemplo, cuando alguien exponga como un hecho incontrovertible que el uso de
marihuana genera violencia en quien la usa, debemos preguntar: "¿Cómo
puede afirmar algo que ha sido sistemáticamente desmentido por todos los
grandes estudios sobre la cuestión, que la experiencia diaria de millones de
consumidores desmiente y que el ejemplo holandés, donde la marihuana se vende
libremente desde hace 20 años muestra que es falso? ¿Puede citar el informe o
el estudio en que se basa para realizar dicha afirmación?" Si, como es muy
probable, nuestro interlocutor es incapaz de citar, de manera concreta, un
estudio que haga referencia a su afirmación, nosotros debemos dejar constancia
que el contrario está dando por sentadas cosas de las que no dispone pruebas y
que la experiencia de millones de usuarios en todo el mundo niega.
Para terminar, quisiera animaros a debatir sin miedo sobre esta cuestión y a
defender públicamente el fin de la absurda prohibición. Razones y argumentos
nos sobran.